Epistemologia femenista de Sor juana

“Donde Dios todavía es mujer: Sor Juana y la teología feminista” Linda Egan

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Este estudio por Linda Egan explica algunas de las teorías e ideas femeninas que exploró Sor Juana Inés de la Cruz en sus obras. Su análisis heterodoxa de la Trinidad masculina la ayuda quebrar con las ideas hegemónicas sobre la masculinidad en la iglesia y en la sociedad que reflejaba estos valores. Al dar nuevos significados a los símbolos cristianos y aplicar conceptos herméticos y paganos a sus estudios, ella logra explicar cómo fueron excluidos los dioses femeninas del cristianismo. Encuentra un espacio para lo femenino y acentúa los aspectos femeninos de la deidad.

Sor Juana empieza desarmar las estructuras hegemónicas de la iglesia con la creación de otros significados para los símbolos religiosos, los cuales se puede ver en su uso de nombres andróginos para describir a Dios. Para ella, Dios es el “Ser Supremo, Mente Divina, o la Majestad Infinita. A la Virgen María, sin embargo, ella da una multitud de nombres que exaltan su feminismo inherente, como “Reina Soberana de los Cielos”, “Madre Divina”, y “absoluta Señora de todo lo criado”. En sus obras, existe también un cambio de roles muy relevante. Incluye, por ejemplo, figuras femeninas nombrándose el Espíritu de Dios. También ella redefine la historia de Eva en la Biblia para quitar la asociación entre ella y el pecado original. En su intento de reconstruir la Trinidad masculina, ella pone María y Jesús en el mismo nivel, y les muestra como una pareja divina que queda marcada por su interdependencia. En este sentido, Dios puede ser o mujer o un ser sin género-una idea que tal vez finalmente forzaron la iglesia a reconocer la heterodoxia en su epistemología.

El aspecto más interesante no es su feminismo, sino como encuentra las fuentes para dar voz a su teología feminista. Encuentra la base de sus ideas en lo que Egan denomina las propias raíces del cristianismo, o los precursores de la religión: el paganismo, el hermetismo y el gnosticismo. En su uso de estos otros fuentes religiosos, Sor Juana encuentra varias características que apoyan la existencia y la legitimidad de las deidades femeninos. Primero, a través de sus estudios sobre los dioses egipcios, ella muestra que estos dioses son de naturaleza multiforme. Isis, por ejemplo, puede representar la renovación, la vida, la salud, y la vida eterna, y compara Isis con Cristo mucho. También Sor Juana muestra como los dioses muchas veces se forman en trinidades. Para los gnósticos, los trinos a menudo son femeninos, mixtos o andróginos. El Espíritu Santo suele ser femenina en el gnosticismo, una idea que Sor Juana adapta para poner María en este rol. Este tipo de dualismo o andrógina es una característica importante pagano, gnóstico y hermético.

Lo que es interesante es que Sor Juana no fue castigado por su feminismo ni por su heterodoxia realmente, sino por expresar sus ideas públicamente. La retórica, entonces, toma un rol importante en el trabajo de Sor Juana, como ella se encontró a veces en situaciones en que tuvo que legitimar y defender sus ideas sin ofender los autoridades. Es importante reconocer la relevancia de su epistemología en aquel tiempo y el espacio que ella creyó para lo femenino en una sociedad fuertemente masculino.